Lurra significa tierra en euskera, y esta misma palabra es la que impregna toda la esencia del evento. Lurra Gravel nos da la oportunidad de conocer a fondo el terreno, la tierra vasca. Busca conectarte con la naturaleza frondosa de esta tierra. Es un evento nacido con la intención de atraer a todos aquellos amantes del bikepacking y la ultradistancia, tanto aficionados como experimentados. Sus cifras la definen: 500 km y 10000 m de desnivel a realizar en un máximo de 60 horas. Lurra pretende ser una suerte de puente, un hilo que conecta aquellos graveleros que quieren empezar en la ultradistancia y los veteranos de este tipo de pruebas que buscan un entrenamiento.

Su recorrido es sumamente atractivo. Combina la ruta cercana al mar cantábrico con las montañas de Euskal Herria. Se parte de Donostia-San Sebastián y, tras recorrer senderos de montaña, rutas transitadas por antiguos contrabandistas y caminos pastoriles, se concluye en el barrio del Antiguo de Donostia, concretamente en la Giant Store Donostia-San Sebastián.

El recorrido del evento ha sido preparado por un grupo de graveleros que conoce a fondo estos parajes y quiere compartirlo con aquellos que quieran descubrir otra Euskal Herria, abundante en bosques y pueblos pequeños, fuera de los circuitos turísticos. Ofrecen la posibilidad de conocer senderos que solo los lugareños conocen; lugares imbricados en su historia y usos tradicionales que no figuran en las guías turísticas al uso.El País Vasco está lleno de caminos preciosos que tal vez solo son conocidos por pastores y campesinos; este evento te llevará por ellos.
Se trata de una prueba exigente, dura, definida por la orografía del lugar (en algún momento se alcanza los 1260 m de altura). Esta prueba huye de las propuestas masificadas, por ello se ofrecen tan solo 50 dorsales para quienes quieran experimentarse a sí mismos en autosuficiencia, respetando el medio. Desde la organización dejan muy claro que se aboga por la personalización de los participantes, quienes serán bien atendidos tanto al comienzo como al final de la prueba.

Los organizadores de la prueba han participado en numerosos eventos antes de organizar LURRA y el modelo que más han disfrutado es aquel basado en la cooperación entre organizadores y participantes, por ello se sienten un poco embajadores de su tierra al poder compartirla con miembros de la misma cultura ciclista respetuosa con su medio.
