Hoy, martes 18 de junio, ha empezado una de las pruebas «pilar» de las Gravel Earth Series: La Migration Gravel Race. Después de la Traka celebrada el mes pasado, será el segundo evento con la categoría Global. Por este motivo, también recordamos que puede afectar bastante en la clasificación general, ya que los eventos Global dan puntuación extra.
El evento durará cuatro días, cuatro etapas (del 18 al 21 de junio) en las cuales los corredores convivirán con la fauna salvaje de las tierras de la Reserva Nacional Maasai Mara. Durante estos cuatro días, 200 ciclistas de 35 países de todo el mundo correrán en esta prueba.
Viendo la calidad de los participantes, intuimos un cierto apoyo y soporte, quizás con la intención de volver la Migration un referente, para que nos entendáis, un embrión de una «Cape» del gravel.
Pero Migration no es solo una carrera, es algo más, es una celebración del espíritu humano, de la naturaleza y de la cultura y la hospitalidad de la comunidad de pastores y guerreros masaai. Todo esto tiene un cierto aroma de anuncio publicitario, pero en definitiva es un viaje al corazón de África, al corazón de los masaai y pocos eventos nos ofrecen algo tan sugerente. También es una oportunidad para apoyar el desarrollo del ciclismo en Kenia.
Otro gran pilar de la prueba es el proyecto Amani, un proyecto que ofrece oportunidades deportivas a los ciclistas de África Oriental. El team Amani, también está a cargo de otras pruebas como la Safari Gravel Race, celebrada este pasado sábado, que este año ha sido clasificatoria para las UCI Gravel World Series.
Lachlan Morton, que hace un par de semanas gano en la UNBOUND es el entrenador del Team Amani, pero esta vez no va a participar en esta prueba.
Como hemos dicho, veremos grandes nombres luchando por el podio. Lukas Baum y Amity Rockwell volverán a Kenia para intentar llevarse la victoria por segundo año consecutiva, pero ya sabemos que en una carrera de estas características cualquier cosa puede suceder.
En la categoría femenina, Maddy Nutt, quien quedó en segundo lugar hace dos años, la estadounidense Sarah Sturm, la ruandesa Xaverine Nirere (quien corre con el team Amani), la ugandesa Mary Aleper o la española Anuchi Gago son solo algunas de las ciclistas que van a luchar por ser las primeras frente a Amity Rockwell.
En la categoría masculina, aparte del anterior ganador, Lukas Baum, también tendremos otros grandes nombres. El italiano Mattia de Marchi, quien quedó tercero en 2022, el ruandés Seth Hakizimana, quien forma parte del team Amani, el australiano Freddy Overt, el estadounidense y también “gerundense” Chad Haga que es uno de los nombres de moda (podiums en Traka y Unbound), el holandés Hans Becking, el belga Lawrance Naesen o el ugandes Jördan Schleck competirán por el primer puesto.
La prueba se dividirá en cuatro etapas que se correrán en cuatro días. Si las sumamos todas, la prueba recorre 615 kilómetros y tiene una elevación de 5950 metros.
La primera de ellas, conocida como el «Día de Shamba» recorre 140 km de longitud, aunque solamente tiene 750 metros de desnivel. Se la conoce con este nombre por qué tas el primer tramo rocoso, que puede recordar a la París-Roubaix, atraviesa varios pueblos o «shambas».
El segundo día nos encontramos con la etapa reina. Esta etapa, con 170 km y 2700 m de desnivel, tiene mucho más desnivel que la anterior, podríamos decir que es una etapa más escaladora. En esta zona los participantes también podrán tener bastantes encuentros con la vida salvaje y unas vistas brutales.
La tercera etapa tiene un perfil similar a la del primer día; misma distancia y desnivel (140 km y 1100 m). Sin embargo, se prevé que sea la etapa más rápida de todas, en gran parte dadas las ideales condiciones de la tierra en esta zona.
En cuarto, y último lugar tenemos la última etapa. Esta recorrerá 165 km y tendrá un desnivel de 1400 m. También corriendo junto a la fauna y los brutales paisajes, será donde se decidirán los ganadores.
Durante estos cuatro días, aquellos que hayan decidido participar tendrán una oportunidad para conocer una nueva cultura y para conectar con la tierra. Desde la organización de las Gravel Earth Series, quieren destacar que la Migration gravel race, supone un recordatorio de la potencia que tiene la comunidad gravel a la hora de inspirar, unirse y preservar los tesoros que nos ofrece la naturaleza.