David Lozano es una de las figuras importantes del ciclismo español y es una gran noticia saber que en sus próximos objetivos tiene presente el gravel. David tiene la particularidad de tener diabetes tipo 1 y forma parte del Team Novo Nordisk, un equipo conocido por su lucha contra esta enfermedad. Este año ya lo hemos visto en el podio de la Santa Vall, la prueba de las Gravel Earth Series y es un notición saber que lo tendremos presente en varias carreras UCI, en la carrera de las carreras: la UNBOUND y como no, en THE TRAKA. Aquí os dejamos una conversación que hemos tenido con él.

¿Podrías explicarnos cómo comenzaste en el ciclismo?
En el ciclismo empecé bastante joven, compaginado tanto con hockey como con el judo, ya que de pequeño era bastante hiperactivo. Mis padres me apuntaban a todo lo que podían para que llegara cansado por la noche y no les diera mucha guerra. Así que con siete años es cuando empecé a salir con la peña ciclista Morenito de Terrassa y empecé a competir algún fin de semana haciendo las marchas cicloturistas de la época: los Open B, los Open Natura y toda la pesca. Me fui animando y aquí estamos, 20 años después, aun pedaleando y disfrutando incluso más que el primer día, porque soy hasta más consciente de lo que estoy haciendo y de la suerte que tengo.
¿Cómo apareció el gravel en tu vida?
El gravel realmente para mí es una vía de escape. Empezó todo cuando de jovencito, de cadete, empecé a hacer ciclocros y a raíz de ahí fui cogiendo un poco de técnica y flow con la bicicleta. Hace tres años aproximadamente empecé a ver que esto del gravel me estaba llamando la atención. Veía que la gente se hacía aventuras muy chulas. A través de ver a Óscar Pujol, un amigo mío y seguramente uno de los de los primeros en hacer aventurillas, me fue picando la curiosidad hasta que me compré una bicicleta. La compré en Velódrom en Barcelona, era de acero, como las primeras de gravel y la he disfrutado hasta el último día.
¿Qué significa el deporte para ti o como lo encajas en tu personalidad?
El deporte para mí, es una forma de vida, una vía de escape. El deporte es salud, el deporte es de todo lo que necesita una persona en cuanto a valores. La verdad es que es una base muy buena para los jóvenes para crear un poco de disciplina para que luego cuando sean mayores puedan trabajar y tener sus responsabilidades. Para saber que no se puede faltar un día al trabajo porque si no tiene sus consecuencias. Lo mismo pasa con la bicicleta, si fallas, lo vas a pagar tarde o temprano, por más bueno que seas o más cualidades tengas. Para mí sería eso, requiere un poco de sacrificio, pero te da personalidad.

El gravel está ofreciendo la posibilidad de generar estructuras individuales, o de pequeños equipos, a diferencia de las reglas más establecidas del WorldTour. ¿Crees que hay futuro para este formato más personal? ¿Crees que es libertad o precariedad?
El gravel, tanto como si es individual como en pequeñas estructuras, realmente tiene salida. Al final, en las carreras puedes tener un poco de ayuda de tus compañeros, pero lo más importante es la supervivencia, ya que son carreras muy largas. Básicamente, que si te pincha la rueda seas capaz de repararla tú solo. Para mí, el individuo tiene que ser el que crea su imagen, el que crea el valor para las marcas. Yo creo que esto no es precariedad, es otro estilo de ver el deporte.
Al final, muchos ciclistas que han sido muy buenos en carretera han visto que el mundo del gravel es como una vía de escape para salir del profesionalismo tan meticuloso y riguroso en el que se ha convertido la carretera. Por eso también está teniendo tanta tirada el gravel, porque nombres tipo Daniel Oss, Peter Stetina, Lachlan Morton y todos estos grandes se han convertido en la imagen del gravel, después de haber puesto el stop en el WorldTour.

Cada vez las pruebas están mucho más bien organizadas y hay más dinero involucrado, muchos más sponsors. Aunque veas que un equipo es de una persona o de dos, los medios que tienen son bastante elevados, ya que al final el material es muy costoso. Aunque a nivel económico no sea parecido a la carretera, estamos hablando de que vale miles y miles de euros ir a competiciones como las Gravel Earth Series o la Unbound, ya que a nivel de medios, nutrición, etc., es costoso.
¿Eres más de café o cerveza, o algo nuevo, menos habitual?
Yo soy de café, y no solo uno al día, me tomo bastantes. Al final, el café va muy asociado a ciclismo y la cerveza también va muy asociada al gravel. Lo que me gusta, sobre todo, es la lo distendida que es la gente, como por ejemplo en la Santa Vall. Yo me lo tomé como un fin de semana en familia, a disfrutar de los paisajes, de la disciplina, de la experiencia en general. Veía corredores rivales, entre comillas, que se sentaban uno con otro con el café, la Coca-Cola, la cerveza… y eso mola mucho. Son cosas que en carretera hace mucho tiempo que no se ven, dos corredores de diferentes equipos casi ni se hablan. Es tan profesional todo que al final el gravel da ese puntillo extra.

¿El gravel es una forma de vida, es cultura, hay alguien dentro del ámbito cultural que te inspire, ¿deportista, pintor, músico, escritor…?
La verdad es que sí, el gravel es una forma de vida. Mola mucho el factor de ir en bicicleta, respetando la naturaleza sin dejar huellas, haciéndolo todo lo más verde posible, autosuficiente… Es un poco salir de la burbuja que vivimos en el ciclismo de carretera, donde tenemos masajistas, dietistas, mecánicos… de todo. El gravel te da la posibilidad de valorar lo que estás haciendo y lo que hacen los otros por ti. A mí, realmente me hace valorar lo que hago después en otras carreras de carretera.
Como personas y referentes te diría que Marc Márquez, porque me parece excelente tanto como persona como profesional. La mentalidad de Pau Donés, el ex-cantante de Jarabe de Palo, también, porque después de todo lo que pasó seguía al pie del cañón.
Si te parece bien, ¿puedes decir un top 3 de féminas en gravel y un top 3 de hombres?
La verdad es que en el mundo del gravel no conozco a muchísima gente. Conozco los que se han recalificado de la carretera para el gravel. Hay mucha gente en estas disciplinas que lo están bordando como por ejemplo Peter Stetina, Laurens Ten Dam… La verdad es que por nombres voy mal, y de chicas, si me cuesta recordar los nombres de los que corren conmigo… Lo que tengo claro es que es una disciplina que está en auge y cada vez tiene más participación.
¿De tus compañeros, cuál crees que es más inspirador?
Yo creo que de mis compañeros realmente no te podría coger uno porque al final cada uno tiene su propia historia, su propia superación, todos han pasado algún momento jodido. Si me tuviera que quedar con uno, para mí sería Javier Mejías, un excompañero que tuve aquí en el Team Novo Nordisk. Fue el primer diabético que compitió en una vuelta a España, que realmente se abrió camino por sí solo, que no tuvo prácticamente ayudas de ningún tipo. La verdad es que para mí ha sido un referente a nivel profesional y personal.

Le pedimos a David si tenía algo que añadir y nos dejó una pequeña reflexión.
Lo que me gusta mucho de esta disciplina es ver la diversidad de gente que participa en una prueba. Ves al ex profesional, al que se dedica al gravel, al profesional que lo intenta y se defiende o ves al que sale un día a la semana y lo hace como superación personal. Al final eso es lo que nos pone en el papel como comunidad de gravel, ver la diversidad de gente que sale a hacer el mismo recorrido en diferentes tiempos, pero al final con la misma idea y siempre es disfrutar y pasar con un buen domingo, sábado o cuando se haga la carrera.