En el ultraciclismo aún hay una amplia mayoría masculina en las pruebas, y son pocas las mujeres que lo practican, algo que Transibérica quiere cambiar. Sin embargo, llevar el cuerpo y la mente a niveles tan altos de exigencia requiere comenzar con un primer paso.
«Son pruebas complejas, donde creemos que hay un sesgo masculino muy marcado, y que hace que quizá sean más inaccesibles a las mujeres, sobre todo a la hora de prepararse, compartir la experiencia o simplemente dar el salto a la aventura», destaca Carlos Mazón. Sin embargo, también deja claro que «está más que demostrado que las mujeres tienen más resistencia tanto física como mental, por lo que una vez se supera la barrera física, la balanza se iguala bastante, incluso pasadas las horas se tornan en favoritas.»
Carlos Mazón, junto con su equipo, responsables de eventos como Basajaun y Transibérica, apuestan por el ultraciclismo femenino con sus Women Cycling Camps. La idea es fomentar la participación de mujeres en esta modalidad, pero sin la presión de competir. El campamento ofrece un espacio colaborativo en el que cada ciclista puede avanzar a su propio ritmo y descubrir hasta dónde puede llegar, siempre manteniendo el aspecto físico en un nivel alto, preservando el carácter «ultra».

Mazón destaca que «sentirse cómodas en ritmo y en material y, sobre todo, rodearse de participantes con experiencia que las impulsen a desarrollar las capacidades innatas que tienen para este tipo de pruebas» es esencial.
Es un buen espacio para ganar confianza, tanto física como mental, y dar ese primer salto hacia las pruebas de autosuficiencia. Además, se ofrecen talleres de mecánica, navegación, nutrición y técnicas de resistencia, donde las participantes pueden profundizar en aspectos clave del ultraciclismo.
Este año se organizaron dos «camps «de fin de semana. El primero, en Potes, se desarrolló completamente por asfalto, mientras que el segundo, en Vitoria, podría describirse como una versión «light» de la Basajaun. En 2025, ambos eventos se repetirán, así que os animamos a participar.


Para conocer la experiencia más de cerca, hablamos con Lieke Geraedts, una de las participantes más destacadas del evento en Vitoria. Con una amplia trayectoria en ciclismo, su experiencia incluye un viaje de año y medio recorriendo Asia.
Lieke nos cuenta que aprovechó la experiencia como una oportunidad para ponerse a prueba. «Lo mejor fue tener este objetivo en el horizonte, algo por lo que entrenar», señala. “Hice casi los dos días por mi cuenta porque quería demostrarme mi fuerza”, comenta, aunque también disfrutó del buen ambiente entre las compañeras.
Preguntamos a Lieke sobre las barreras que enfrentan las mujeres en el ultraciclismo, y nos explicó que “el mayor obstáculo es mental. El ciclismo sigue siendo un mundo de chicos, y eso puede intimidar”. Sin embargo, señala que, una vez superados esos obstáculos, la recompensa es enorme. Para ello, Lieke destaca la importancia de dar visibilidad a este tipo de eventos: “Las redes sociales pueden ser una herramienta muy importante”.


El Women Cycling Camp ha creado un espacio donde explorar tu límites, aprender y, tal vez, pasar a otras competiciones en el futuro. Con esta iniciativa, se está construyendo una comunidad de ultraciclismo inclusivo. «Ojalá que le cojan el gusto a la autosuficiencia y se animen el año que viene a participar en alguna de las pruebas que organizamos», explica Mazón.